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Como Consultor externo en diversas empresas, en estos últimos años he podido apreciar el avance a niveles de profesionalización que muchas empresas han iniciado, un desarrollo gradual donde procesos y estructuras mas convenientes para estos tiempos de tanto cambio ayudan a la Corporación a alinear sus objetivos y que su estrategia organizacional dé sus frutos al acabar el ejercicio.
En los últimos 10 años las empresas en todo el mundo se han esforzado muchísimo en mejorar sus estructuras, haciendo de ellas algo no tan pesado, sino mas flexible y adaptable, y trabajando mucho en procesos que realmente han ayudado a ser mas eficaces y eficientes, hoy en día la optimización del tiempo, de costes, ayuda tanto o mas a mejorar resultados subiendo las ventas y ganando clientes.
El problema como muchas veces ocurre, ha sido que la estrategia siempre mirando el corto plazo no ha sido bien acompañada por un desarrollo de personas conveniente, herramientas como el Coaching, gestión del talento que desarrollan a las personas de manera muy sostenible en el tiempo, no se están utilizando como se debiera, eso da a la organización un desequilibrio entre estructuras y procesos cada día mas profesionales, que están siendo utilizados por gente poco profesional por falta de capacitación, desafíos, retos u oportunidades, que lo único que hacen es hacer poco efectivos dichos procesos, la reflexión que deberíamos hacernos en este punto es, para que tanta inversión en procesos, sistemas de control, gestión por competencias, por objetivos, si al final, nuestro personal no es capaz de sacar a dichos procesos el partido que tienen, soy un incondicional de algunos procesos que facilitan el trabajo, que lo hacen mucho mas objetivo, y siempre creí ciegamente que las decisiones como mas objetivas y respaldadas en resultados son mas efectivas al tratarse de decisiones apoyadas por hechos incuestionables. Aunque si profundizamos sobre esto, estaremos todos de acuerdo que ningún proceso por mas objetivo y eficaz que sea, no va a servir de mucho, sin un buen profesional, que sepa leer los resultados y sobretodo que tenga esa inteligencia emocional para tomar decisiones apoyadas en estas herramientas.
Hoy las empresas necesitan personas desarrolladas desde lo emocional, respaldadas, con suficiente seguridad y auto estima que sean capaces de sentirse parte fundamental de la compañía, y es bien seguro, que este proceso de desarrollo siempre va a ser lento, ya que la velocidad dependerá única y exclusivamente de la persona.
Analizamos esta situación a modo de ejemplo, en un equipo siempre hay distintos talentos trabajando juntos, lo mas habitual, lo que el sentido común nos dice, es delegar en aquellos que siempre han destacado en velocidad y responsabilidad en el momento de realizar una u otra tarea, así que si queremos ser equipos productivos la lógica nos dice de seguir haciéndolo así, cual es el problema entonces?, hoy en día hay que entender que cualquier gestión del talento, cualquier decisión que como líder debemos tomar, lo importante no es el que hacer o como hacerlo, sino que lo que hace la gran diferencia, es el para que lo hacemos, la consecuencia de mis acciones y toma de decisiones es lo que hará que mi equipo se desarrolle mas o menos, así que sabiendo que nuestra labor mas importante es la de desarrollar personas, si seguimos delegando el trabajo de esta manera, las personas con talento empezaran a entender, que como mas trabajen, mas rápido y efectivos sean, mas trabajo tendrán, se irán los últimos de la oficina, tendrán el teléfono siempre alerta por posibles llamadas de urgencia, y de manera gradual empezaran a trabajar mas lento, estarán mas desactivados y por lo tanto bajaran su rendimiento, habrá gente que seguro que antes de hacer esto preferirán irse a otra empresa, eso se llama fuga de talento y hoy en día es un problema común en muchas empresas.
Que deberíamos hacer para que no nos pasara dicha consecuencia. Siempre he creído que las reglas del juego las marca el líder con hechos, no con palabras, así que delante de dicha situación, habría que reconocer el trabajo y ser muy flexibles con la gente que nos esta dando un plus, que ayuda al equipo a conseguir sus objetivos, delante de todo el grupo hay que motivarles y darles el reconocimiento oportuno, hay que saber que todos anhelamos el ser reconocidos, aceptados, y al hacerlo delante del grupo, habrá personas que no entenderán porque a ellos no se les reconoce el trabajo y no se es tan flexible, esta estrategia hay que saber que nos va a propiciar envidias y rabietas de nuestra gente, que en un momento se nos acercarán para hacernos saber lo injustos que estamos siendo al solo reconocer a una parte del equipo, será entonces cuando la estrategia agarre todo su cuerpo, y donde de manera muy calmada y clara habrá que decir de manera objetiva y argumentado que resultados son los premiados y cuales no, para que la gente sepa cual es la regla de juego. Las primeras reacciones nunca son buenas y eso es lo que nos hace tirar la toalla en muchos casos, pero yo prefiero resultados sostenibles en el tiempo aunque conlleven riñas y crisis, que no equipos tranquilos que no se desarrollan ni son productivos.
Técnicas como estas, son las que nos ofrece el Coaching en las Organizaciones, al igual que empezábamos el texto hablando de procesos, la habilidad de un Coach para desarrollar a personas, también se considera un proceso, se estudia y se aprende para llevar a cabo una estrategia donde el ganemos todos, Coach, Organización y la misma persona que en el proceso se desarrollo, cambio y vio su capacidad aplicada aumentada.
Esto lo podemos relacionar con la Inteligencias múltiples que nos habla Gardner, donde entendemos que todo el personal es distinto que cada uno tiene una inteligencia que lo define y una habilidad distinta, eso nos aparta de la comparación entre empleados en reglas del juego que sean igual para todos, y de poder ofrecer escenarios variables y cambiantes, y que cada uno puede aporta desde un lugar distinto, siempre supimos que los equipos están integrados por personas distintas que con roles distintos crecen soluciones distintas, con las inteligencias múltiples nos aclara esta manera de trabajar y ser empresa flexibles.
Desarrollo potencial individual, humanizando la dinámica laboral en empresas para mejorar la productividad y el ambiente laboral.
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